Incahuasi o Casa del Inca es un nombre común en la toponimia argentina y sudamericana. Esta mina se encuentra a unos 3900 msnm en el borde suroeste del Salar del Hombre Muerto, en la Puna Catamarqueña. Se encuentra a unos 400 km. desde Salta, el otro acceso, y esta a unos 1000 m. de la ruta provincial Nº43.
Pronto llegamos a las ruinas abandonadas del antiguo pueblo minero de Incahuasi, en donde puede notarse que los sedimentos ha sido recolocados para hacer pisos planos en donde se levantaron las viviendas de los mineros en las últimas explotaciones, casas que conviven con otras muy antiguas.
Los socavones más accesibles parecían ser sólo refugios o lugares de
depósitos, aunque tal vez eran solo de exploración. Muy bajos, había que
tener cuidado de no golpearse la cabeza y así se los manifesté a mis
entusiasmados sobrinos, quienes entraron sin que los pudiera contener.
Con mi hermano Miguel Ángel, sabemos de que en estas galerías, como
ocurre en las cuevas, pueden existir profundos pozos naturales o de
explotación, galerías inundadas y completamente a oscuras, lo que
tornaría en fatal un tropezón; sin dejar de atender claro, que es un
natural refugio de pumas. En el susto por el descuido, no pude evitar
levantar mi cabeza de golpe y clavarme un filo de roca en mi cabeza, la
que para colmo, ya carece de cabellos como para amortiguar el golpe; no
pude escapar a mi destino de docente, enseñe con el ejemplo cómo podes tontamente
lastimarte en un descuido.
Nos sacamos unas fotos con Rolando, y otras tratando de capturar la
belleza pero también la desolación.
En un artículo titulado
“Espeleología minera en el noroeste de la República Argentina”, encontré
que la geología del área está constituida por pelitas y grauvacas del
Ordovícico superior, y que esas rocas están afectadas por metamorfismos
dinámicos y alteraciones hidrotermaes en distintos grados de intensidad.
La estructura local posee varios sistemas de fracturas, de edades
diferentes, que afectan al área tanto a las rocas como a las vetas de
cuarzo, y lo importante,que laa mineralización está relacionada a
determinadas vetas de cuarzo portadoras de oro (Gonzalez O. y Viruel de
Ramirez M.,1992).
Este yacimiento fue descubierto en la época prehispánica y trabajado por
los incas (Bertagni, 1938). Posteriormente los sacerdotes jesuitas
continuaron dirigiendo las labores mineras hasta 1777 en que fueron
expulsados por el Rey de España. De este período existen algunas
galerías subterráneas que alcanzan la profundidad de 50 m, donde el
nivel freático causo un escollo insuperable para los mineros.
La
explotación mayormente era realizada por rajos y tiene una extensión de
240 m. En 1936 la Nueva Compañia Minera Incahuasi reinicia la
explotación por debajo del nivel freático con un desarrollo de galería
sobre vetas, en distintos niveles separados 30 metros entre sí hasta una
profundidad aproximada de 200 m. La explotación fue abandonada en 1954 y
desde entonces estos cinco niveles inferiores que totalizan unos 4110 m
de galerías se hallan inundados (Gonzalez O. y Viruel de Ramirez
M.,1992).
En el lugar (dicen), es posible de
encontrar piezas de cuarzo con láminas de oro visibles a simple vista.
Busque con un frenetismo propio de mineros atormentados por la fiebre de
oro, hasta que encontré lo que quería.
Estaba esperándome desde el fondo de los tiempos, de antes que cronos tuviera memoria.
Pude detectar su brillo aún sin anteojos (quizás allí estuvo el problema, apuntaló mi sagaz sobrino).
La pirita es el mineral de tipo sulfuro más extendido y se encuentra como un accesorio en rocas igneas pero también en filones hidrotermales, en depósitos de metamorfismo por contacto y en sedimentos anaerobios; y quizá como un resultado de la diferenciación magmática; todo ello posible en el lugar del hallazgo.
Yo sigo insistiendo que es una pequeña lámina de oro incrustada en la piedra.
Ahora, directo al Salar